"Juramos goardar et defender el Reyno de Navarra, sus fueros, costumbres et libertades"
"Nafarroako Erresuma, bere foruak, obiturak eta askatasunak zaintzea eta defendatzea,zin agiten duzu..."
CRÓNICAS INFORMATIVAS


(Diario de Noticias, 30 de agosto de 2010)

CERCO DE ARTAJONA
LA FORTALEZA QUE SOBREVIVIÓ A CISNEROS

El Cerco de Artajona es un espacio de historia. Así ha sido durante siglos, y así ha vuelto a ser este fin de semana  acogiendo entre sus muros el “X Encuentro con la Historia de Artajona”.
Sale este reportaje justo cuando Artajona acaba de vivir en el interior del Cerco un fin de semana medieval, con ese “X Encuentro con la Historia de Artajona”; y sale también a la vez con sus fiestas en honor a la Virgen de Jerusalén a la vista, que empiezan el día 7, pero que desde este miércoles ya conocerán actos previos de pre fiestas.
Así pues, aprovechando este paréntesis festivo de los artajoneses, y al hilo de lo que se ha vivido este fin de semana en el Cerco, vamos a dedicar el reportaje de hoy a este recinto amurallado, que desde hace cinco siglos es único en Navarra, y sobre el que en los últimos años se está interviniendo para devolverle la dignidad que merecía.
Es evidente que Artajona sabe mirar atrás, sabe buscar en el pasado sus referencias históricas; y esto es obligado para quien quiere entender su presente y proyectar su futuro. Vimos el sábado, entre otras muchas cosas, la llegada de los canónigos de Toulouse, igual que ayer, domingo, pudimos ver esa escenificación sobre el “Reino de Artajona”, todo ello con una importante implicación de los vecinos, que se aprenden sus papeles, que ensayan, que cuidan sus atuendos, y que saben dejar atrás cualquier motivo de división que pueda existir, en este caso en beneficio de su propia historia y de su patrimonio. Las prioridades están claras. Esto, los que hemos visto estos dos días en el Cerco, sí que es vivir la historia, y de una manera didáctica y divertida.


Llegada de los canónigos

Pensando ahora en quienes no han tenido la suerte de estar este fin de semana en Artajona, vamos desde aquí a hacer un esbozo histórico de lo que allí se ha recreado.
Tendríamos que remontarnos al siglo XI, cuando ya la torre almenara tenía unos siglos de existencia y tenía ya cierta veteranía en su papel de vigía. Era el año 1070 cuando un noble, García Aznárez, dice haber recibido de manos del monarca Sancho IV el de Peñalén la propiedad de la villa de Artajona en agradecimiento a su fidelidad y a los múltiples servicios prestados al susodicho monarca.
A su vez, este noble, a quien con tanta generosidad le habían recompensado, pues… también quiso ser agradecido con quienes a él le habían ayudado. Y en consecuencia, lo primero que hizo fue donar la iglesia de Santa María al monasterio de San Juan de la Peña, que tantas veces había acogido a García Aznárez.
Los sobresaltos de los artajoneses no habían hecho sino empezar. Unos años más tarde, en el año 1084, el obispo de Pamplona, francés, de nombre Pedro de Rodez –que también debía de ser muy generoso-, pues sorprendió a todos haciendo donación de la iglesia de Artajona, la principal, al cabildo de Saint-Sernin (San Cernin) de la localidad de Toulouse, en la Francia natal del nuevo prelado pamplonés. Y es así como los vecinos de Artajona vieron cómo en poco tiempo una de sus iglesias pasaba a ser propiedad del Monasterio de San Juan de la Peña, y la iglesia principal pasaba a manos de unos canónigos franceses bajo el visto bueno del monarca Sancho Ramírez. En este último caso los clérigos de Toulouse no sólo pasaban a ser propietarios del templo, sino que pasaban a ser dueños también de grandes extensiones de tierras dentro del término artajonés, y se convertían en los destinatarios de varios de los impuestos que pagaban aquellos vecinos. Aunque… todos estos cambios de propiedad, a los vecinos no les afectaba para nada, seguramente que les daba igual que la iglesia fuese de uno o de otro, o que los diezmos se los cobrase uno u otro.
Lo cierto es que los canónigos franceses se desplazaron hasta Artajona para hacer oficialmente toma de posesión de sus nuevas propiedades. Encabezó la comitiva Hugo de Conques y un tal Poncio Vital. Es cuestión de cerrar los ojos y tratar de imaginar aquella llegada de los canónigos tolosanos: ¿expectación?, ¿indiferencia?, ¿solemnidad?..., no se sabe.
A quien sí que sabemos que no gustó la donación hecha a los canónigos franceses fue a los monjes de San Juan de la Peña. Hasta entonces ellos, propietarios de la iglesia de Santa María, pagaban sus diezmos a la villa, como todos los demás vecinos; y se encontraban con que ahora se los tenían que pagar a los franceses, y por ahí no pasaban ellos, con lo cual, ni cortos ni perezosos, llevaron a los galos a los tribunales, aún sabiendo que nada se podría hacer, pero es que el derecho al pataleo no se lo podía quitar nadie.
El pleito fue duro, salpicado de impagos, deudas, excomuniones, y otras muchas cosas impropias de quienes debieran de tener unos intereses menos mundanos y terrenales. Y en 1121 la justicia dictaminó que la razón estaba de parte de los canónigos franceses. A partir de entonces todavía se tardó cinco años en cerrar todas las heridas, y finalmente en 1126 los galos pudieron proceder a hacer, solemnemente, la consagración del templo, consagración esta que vino acompañada de la dedicación de este templo a la figura de su patrón San Saturnino (San Cernin, en lengua occitana). Todo ello, dentro del Cerco.


Reino de Artajona

Y el otro episodio que este fin de semana se ha recreado en Artajona es el que alude al “Reino de Artajona”. Seguro que a muchos lectores les sorprende tan pomposo nombre, y la verdad es que este episodio nunca ha sido de dominio público. ¿Fue realmente Artajona un reino?. Mi obligación es empezar diciendo que hay algunos historiadores que discrepan con esta denominación; pero… a la vez, tampoco es ninguna aberración.
Vamos a tratar de conocer la historia de esto, que en el fondo viene a ser más de lo mismo, Artajona como moneda de cambio. Nunca nos han faltado monarcas generosos.
El protagonista en esta ocasión es el rey García Ramírez, quien en uno de esos arranques de generosidad le obsequió a su esposa la villa de Artajona, y también algunas más del entorno. Todo quedaría en un capricho intrascendente si no fuese porque su esposa era nada menos que Urraca de Castilla, lo que vino a ser algo así como regalar una parte del Reino de Navarra al Reino de Castilla. Esto sucedió en el año 1153, y desde ese año hasta 1158, que es cuando se deshace el entuerto, pudimos conocer en Navarra, para nuestra vergüenza y como símbolo de debilidad, lo que algunos han llamado el “Reino castellano de Artajona”, o más brevemente “Reino de Artajona”.
Y esa es, de forma breve y resumida, la historia de dos acontecimientos curiosos que este fin de semana se han evocado, o recreado, en su marco natural, en el Cerco de Artajona.
Por ello es importante conocer la historia. Ello nos va a ayudar a ver en el Cerco algo más que piedras; no hay que olvidar que durante siglos la villa era ese espacio, y allí se desarrolló la vida y la historia. Por lo tanto hay que saber ver más allá de la estética de las piedras; y sin duda a ello nos ayuda toda esa actividad que en los últimos años están desarrollando los vecinos, que además pueden presumir de tener un recinto amurallado que sobrevivió a las demoliciones del Cardenal Cisneros en el siglo XVI; algo bueno sacaron, por su condición de agramonteses, de la invasión que hicieron los beaumonteses, que por estar dominados por ellos, Cisneros entendió que esa fortaleza no era necesario eliminar.
Vaya desde aquí la enhorabuena a los artajoneses por toda esa labor que vienen desarrollando, que es mucha y es buena, históricamente acertada, y patrimonialmente la mejor inversión. A todo este esfuerzo de sacar a la luz la historia local se suma ahora la próxima edición de la fiesta del Rey de la Faba, en enero, a celebrarse en la iglesia de San Saturnino, en el Cerco de Artajona, y que vendrá -lo hace ya- a sumarse a esa tarea de dar a conocer la historia de una “buena villa” cuyos vecinos y autoridades demuestran ser merecedores de este esfuerzo.

(Texto: Fernando Hualde)

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(Diario de Navarra, 19 de diciembre de 2010)

IÑIGO ELIZALDE VENTAS SERÁ “REY DE LA FABA” EN ARTAJONA
LA ELECCIÓN SE REALIZÓ AYER ENTRE 12 JÓVENES DE LA LOCALIDAD MEDIANTE UN ROSCO CON UN HABA OCULTA

Con una sonrisa de oreja a oreja, y entre aplausos de amigos y vecinos. Así vivió ayer el joven artajonés de 11 años Íñigo Elizalde Ventas el momento de su elección como "Rey de la Faba". Protagonizará la representación de la coronación al estilo medieval que tendrá lugar el 15 de enero, sábado, en la iglesia de El Cerco de esta localidad.

La elección se llevó a cabo mediante la tradicional fórmula de repartir un rosco en el que se encontraba oculta un haba entre varios niños, 12 en este caso. Y le tocó a Íñigo.
"Estoy muy contento, me apetecía salir elegido", aseguró este alumno de 6º de Primaria en el colegio Urraca Reina local. Afirmó que no conocía esta tradición, pero se mostró dispuesto a "aprender y ensayar". Fue impulsada en 1920 por Ignacio Baleztena (a la postre fundador de la sociedad pamplonesa Muthiko Alaiak), y se celebra desde 1964 con carácter itinerante por localidades navarras a cargo del Muthiko. Retoma una tradición promovida en el siglo XIII en el marco del Reino de Navarra por la dinastía de los Teobaldos, quienes a través del haba (o faba) escondida en un rosco elegían a un niño para coronarlo rey por un día.
Íñigo Elizalde dijo sentirse "un poco nervioso", y estuvo acompañado en el acto por su hermana Nerea, de 8 años, y su madre, Jeru, que se mostró visiblemente emocionada. "Nunca tiene suerte con estas cosas... ¡y mira! Fue de los primeros en dar el paso de apuntarse para participar. Es un niño muy echado para adelante", dijo.
El "Rey de la Faba" 2011, que juega de portero en uno de los equipos infantiles del Artajonés, recibió también de manos del presidente del Muthiko, Joseba de Miguel, varios presentes. "Un libro, un disco, un reloj, una camiseta de Osasuna y un balón firmado por todos los jugadores", enumeró orgulloso.
Junto con él, optaron a ser elegidos otros 11 jóvenes en torno a los 12 años: Juan Ramón Arizcuren García, Iñaki Armendáriz Yárnoz, Mikel Domenzáin Gorricho, Marta Echeverría Jimeno, Sara Fernández Ibáñez, Carlos Guembe Ibáñez, Igor Iribarren Elío, Adrián Jiménez Tainta, Fernando Linzoáin Ochoa, Jon Martinena Núñez y Cristina Yárnoz Cañas.

Música y discursos
Además de decenas de vecinos, en el pasacalles previo, la elección en el club de jubilados, y la posterior proclamación del "Rey de la Faba", participaron gaiteros y gigantes de Artajona, el coro infantil, y la fanfarre y dantzaris txikis del Muthiko. Fernando Hualde hizo las veces de "Rey de Armas", y también intervino para dar la bienvenida el alcalde, Pedro Mª Egea.

(Texto: Aser Vidondo)

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(Diario de Noticias, 19 de diciembre de 2010)

LA FORTUNA PROCLAMA REY DE LA FABA A IÑIGO ELIZALDE VENTAS
EL JOVEN, DE 11 AÑOS, FUE ELEGIDO DE ENTRE UNA DOCENA DE NIÑOS Y NIÑAS DE ARTAJONA

Con cara de satisfacción y nerviosismo recibió el joven Iñigo Elizalde Ventas, de 11 años y estudiante de 6º de Primaria, la noticia de que será proclamado nuevo Rey de la Faba de Artajona el próximo 15 de enero. "No esperaba que entre tantos le tocase a él, porque no suele tener suerte en este tipo de cosas", comentó visiblemente emocionada su madre, Jerusalén Ventas, instantes después de recibir la noticia. Un total de 12 niños de Artajona, de entre 11 y 13 años, optaron a la coronación, pero finalmente sólo uno de ellos consiguió erigirse monarca.
Como manda la tradición, que se remonta a la época de Los Teobaldos, reyes de la dinastía francesa de Champaña, la elección se produjo en torno a una mesa. Uno por uno, siguiendo un orden alfabético, los jóvenes fueron seleccionando porciones de roscón de reyes a sabiendas de que su elección podía coronarles. Las caras de expectación se tornaron en sorpresa cuando finalmente, tras varios minutos de espera, Elizalde sustrajo la figura que se escondía en el interior del roscón, proclamándose así nuevo Rey de la Faba de Artajona. El joven portero del CD Artajonés, que estuvo en todo momento arropado tanto por su madre, Jerusalén, como por su hermana Nerea, de 8 años, no tuvo complejos en admitir que aunque no conocía esta tradición, "me hace mucha ilusión ser rey y voy a ensayar mucho para hacerlo bien" .
Joseba de Miguel, presidente de Muthiko Alaiak desde el pasado mes de octubre, por su parte, le hizo entrega de un pañuelo de la sociedad, un balón de fútbol firmado por toda la plantilla de Osasuna, una camiseta de Osasuna, un CD de música, un reloj y un libro sobre la historia de la peña. "Le encanta el fútbol. A los cuatro años se apuntó en la Fundación del Real Madrid, así que estoy segura de que los regalos le han hecho mucha ilusión" explicó orgullosa la madre del condecorado.
El acto se completó con las actuaciones de los gigantes y gaiteros de Artajona, del coro juvenil de Artajona y de los dantzaris y fanfarre txiki de la sociedad Muthiko Alaiak.
coronación La coronación del Rey de la Faba, que se realiza siguiendo el mismo rito y ceremonial con el que se coronaban los Reyes de Navarra, tendrá lugar el próximo 15 de enero en el Cerco de Artajona, concretamente en la iglesia de San Saturnino. "Cuando Navarra era un reino, los reyes repartían entre los niños más desfavorecidos un roscón y el que encontraba el haba recibía honores de rey", relató Fernando Hualde, miembro de Muthiko Alaiak, que representará el papel del Rey de Armas durante la entronización.

(Texto: Ainara Izko)

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(“Navarra Confidencial”, 31 de diciembre de 2010)

FELIZ Y PRÓSPERO REINADO: ARTAJONA, 15 DE ENERO

Y para concluir el año y esta semana de apología monárquica qué mejor que promocionar uno de esos simpáticos actos paranavideños que, junto con las entrañables cabalgatas, mejor representan el anhelo popular de tener un rey justo, cabeza de un próspero reino, adalid de un gobierno pacífico. El próximo 15 de enero el niño Iñigo Elizalde será coronado Rey de la Faba en Artajona. Esta tradición remozada en el siglo XX, que hunde sus raíces en la corte medieval de los Teobaldos tiene más miga, para el que sabe leer esta clase de gestos, que el roscón infantil que se zamparon hace unos días los chavales artajoneses. La ceremonia de coronación reproduce con detalle las que consagraban a lo largo de varios siglos a los reyes de Pamplona. El rey era proclamado sobre el pavés, sí, pero solo después de haberle sido marcado con nitidez un límite superior: el de la Ley de Dios, y otro inferior: la ley foral. Vacuna contra la tiranía. Además hay que tener en cuenta que el protagonista de cada una de estas ceremonias itinerantes que organiza la peña Muthiko Alaiak es un niño elegido por sorteo. Nada de campañas electorales. Ni promesas, ni programas. La hermana suerte, cuando se juega entre hombres -o niños- libres e iguales, es la mejor garantía de una democracia pura y dura. Es la suerte, o la providencia, la única instancia que puede encumbrar a alguien para convertirlo en cabeza de todos; aunque solo sea por un día; aunque solo sea de mentirijillas.
(Texto: Jerónimo Erro)

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(Diario de Noticias, 10 de enero de 2011)

ARTAJONA Y EL REY DE LA FABA

Este próximo sábado el Cerco de Artajona será escenario, por vez primera, de la recreación de una vieja tradición convertida en fiesta, la coronación del niño artajonés Iñigo Elizalde como Rey de la Faba.

Va a ser la edición número cuarenta y ocho de la fiesta del Rey de la Faba desde que el Muthiko Alaiak decidió, allá en el año 1964, sacarla al exterior y convertirla en una fiesta itinerante. Este próximo sábado, día 15, será el Cerco de Artajona y su iglesia de San Saturnino quien acoja a esta recreación histórica en la que los artajoneses, y cuantos allí nos acerquemos, podremos ser testigos de cómo era siglos atrás la coronación de un rey en Navarra en presencia del pueblo liso y llano, de los nobles del reino, y del clero. Se nos recordará cómo antes de ser erigido como rey era imprescindible jurar los fueros, y comprometerse en su defensa, y que nuestras libertades nunca fueran a menos sino a más.
Y se nos recordará aquella vieja tradición que introdujeron los Teobaldos, nacida en torno a la fiesta de la Epifanía, de rendir honores de rey a un niño que previamente había sido agraciado con la suerte del haba. En resumen: dos antiguas tradiciones navarras, dos episodios históricos, unidos en un solo acto. Y todo ello lo veremos este sábado en un marco excepcional, el del Cerco de Artajona. El protagonista de esta jornada, pues así lo quiso la suerte del haba el pasado 18 de diciembre, será el niño artajonés Iñigo Elizalde Ventas.


Historia local

Cuando en el año 1964 se debutó en Olite, la fiesta del Rey de la Faba al margen de su papel evocador de la historia de Navarra tenía un objetivo claramente benéfico, de ayuda económica para los estudios de los niños de la Santa Casa de Misericordia, que por aquél entonces eran los más desfavorecidos. Hoy, casi medio siglo después, podríamos decir que en Navarra prácticamente ya no existen niños con esas necesidades; y si alguno hubiese, las ayudas sociales son accesibles para todos. Sin embargo, el Muthiko Alaiak, no ha querido que se perdiese esa carga social que tiene esta fiesta, y ha hecho con ella y de ella una apuesta fuerte por la cultura como elemento de cohesión social. De sobra sabemos que las estructuras de nuestra sociedad son una invitación permanente a la división; nos divide la política, nos divide el fútbol, nos dividen infinidad de cosas. Y, por otro lado, queda demostrado que la cultura es una de las pocas cosas que tiene capacidad para unirnos a todos. Es allí donde el Muthiko Alaiak busca que en cada localidad en la que se celebra la fiesta del Rey de la Faba, sirva esta celebración para que todos nos identifiquemos, no sólo con esa historia general del viejo reino de Navarra, sino con la historia local, con esa historia menuda que se ha forjado a golpe de generaciones, que se ha forjado en esas casas, en esas calles, en esos campos. A la historia grande, la de batallas y reyes, nunca le faltará un historiador que se preocupe de ella –y bueno es que sea así-; pero la historia y la intrahistoria de nuestros pueblos es la que corre riesgo de caer en el olvido; es aquí donde no es fácil encontrar a alguien que se ocupe de ella. Y, si nos fijamos, es esa pequeña historia la única que tiene capacidad en los pueblos para unir a todos los vecinos, la única que relega a un segundo plano a las ideologías y a las clases sociales. Está comprobado.
Además de todo esto, la historia de cada pueblo no tiene por qué perderse, ni tan siquiera difuminarse. Es la suma de todas estas pequeñas historias la que configura la historia de Navarra; y el puzzle de nuestra historia no está como para ir perdiendo piezas.
Y en este caso, Artajona atesora en sus casas, en sus estirpes, y en sus muros, una historia rica, ¡muy rica!. Y la fiesta del próximo sábado vendrá a recordarnos que está muy bien que se conserven y se protejan nuestros monumentos y nuestros elementos emblemáticos más importantes, pero que eso no sirve de mucho –y que nunca nos falte- si a la vez que los conservamos no somos capaces de leer en esas piedras nuestra historia. Afortunadamente Artajona, y esto lo viene demostrando en los últimos años, es un pueblo que se preocupa por su historia, que la recoge, que la difunde, y que la escenifica en su marco natural, en su verdadero contexto.
La fiesta del Rey de la Faba quiere este próximo sábado reforzar esa labor de todo un pueblo. Es una fiesta que deja huella, que deja un recuerdo imborrable; pero sobre todo es una invitación a preocuparse y a ocuparse de nuestra propia historia. Queremos desempolvarla toda; habrá episodios que gusten más que otros, tal vez otros gusten menos, pero esa, y no otra, es nuestra historia, y tenemos que sentirla y asumirla como nuestra, aprendiendo de los errores para nunca más repetirlos; y exaltando sus valores para que siempre nos sirvan de referencia.
Artajona, para quien no lo sepa, es algo así como un ecomuseo, como un centro de interpretación histórica al aire libre. Basta con pasear por sus calles, o por su término municipal, para encontrar infinidad de elementos que nos hablan de su pasado. Allí están los dólmenes del portillo de Enériz y de la Mina de Farangortea transmitiéndonos información sobre aquellos primeros pobladores; allí está el Cerco, simbolizando a una parte muy importante de la historia de Artajona, con piedras que nos hablan del “reino castellano de Artajona”, con piedras que nos hablan del Cardenal Cisneros, con piedras que nos hablan de la lucha de todo un pueblo por recuperar el título de “buena villa”; allí está, dentro del Cerco, su iglesia de San Saturnino, pionera en Navarra de la devoción a este santo, que nos recuerda la llegada del cabildo de Toulouse, que nos habla del paso de canteros importantes, y que a través de un sorprendente retablo nos cuenta, entre otras cosas, la vida del titular de esta iglesia. Y allí está la pequeña Virgen de Jerusalén, con una antigüedad notoria y con una leyenda que nos habla de Saturnino Lasterra al servicio de Godofredo de Bouillón recuperando para la cristiandad la ciudad de Jerusalén. Y allí están esos escudos heráldicos, y ese crucero; y esas marcas con pintura negra en algunos dinteles, de la época de las Guerras Carlistas, con las que los soldados marcaron el número de pesebres que había en cada casa para alojar a sus caballerías, y con ellas a los oficiales correspondientes. Y allí está esa parte de la historia que nos habla de “los 40 de Artajona”, y la que nos habla de las corralizas, y la que nos habla de… Hay mil historias, y todas ellas forman una sola historia. Sin olvidarnos de las personas que las han protagonizado; recuerdo muy especial para algunos conocidos hijos de Artajona: para José Mª Jimeno Jurío (escritor e investigador), para Félix Zabalegui “Tartaria” (poeta popular), para Pedro Jesús Ripero “Beethoven” (organista y auroro), para Martina de Goikoetxea y Atáun (bienhechora), para Juan de Echaide (capitán, y bienhechor desde México), para Lope de Artajona y para Pedro de Artajona (obispos de Pamplona), para Francisco de Echagüe y Lasterra (abogado y relator de los Tribunales Reales de Navarra), para Juan de Araiz Eza (alcalde de la villa y su representante en las Cortes), para Martín de Ororbia (secretario de Carlos II), para fray Carlos de Bayona y Ortiz (obispo de Guadix), para…; y un recuerdo no menos especial para todos esos miles de artajoneses anónimos, que sin ser nobles ni clérigos han tenido el mérito de dar vida a lo largo de siglos a esta localidad, que han regado campos y huertas con su sudor; que han llenado sus manos de callos construyendo casas, vendimiando, labrando campos, aventando la mies.
A todos ellos, a los anónimos y a los conocidos, a los de hoy y a los de ayer, a todos representará este sábado Iñigo Elizalde cuando sea proclamado rey a los gritos unánimes de “Real, Real, Real”.
Así pues, este próximo sábado Artajona nos espera; la villa se vestirá de medievo no faltando en ella juglares, trovadores, heraldos, clérigos, guerreros, nobles, y otros muchos personajes. Desfilarán todos ellos por el Cerco de Artajona acompañando a su Alteza Real, don Carlos III, a doña Blanca de Navarra, y al Príncipe de Viana; y por un tiempo nos trasladaremos unos siglos hacia atrás, recordando lo que un día fuimos, recordando que Navarra no reconocía a su Rey si este no juraba los Fueros, y recordando que Artajona fue, y es, por méritos propios, una “buena villa”.
Esa es la cita; Artajona nos convoca y nos espera.  

(Texto: Fernando Hualde)

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(Diario de Navarra, 16 de enero de 2011)


EL “REY DE LA FABA” SE CORONA EN EL CERCO
IÑIGO ELIZALDE VENTAS, DE 11 AÑOS, SE CORONÓ AYER EN ARTAJONA COMO EL NUEVO REY DE LA FABA – MÁS DE 800 PERSONAS ACOMPAÑARON A LA COMITIVA DE MEDIEVALES HASTA LA IGLESIA DEL CERCO.

Con una tradición medieval e histórica propia de una tierra de fueros, Artajona acogió orgullosa la coronación de Iñigo Elizalde Ventas, artajonés de 11 años, que ayer se convirtió en el nuevo Rey de la Fabaen la Iglesia de El Cerco, acompañado por una comitiva de unas 150 personas en la que no faltaron los Reyes de Navarra, el Príncipe de Viana y Doña Blanca.

En memoria de una época en la que todo el pueblo era testigo de acontecimientos como la coronación de los Reyes, los artajoneses se vistieron de monjes canónigos, gregorianos, nobles, infanzones, obispos, y abades, entre otros, para entonar canciones medievales y caminar en procesión hasta El Cerco.
El Rey de Armas (Fernando Hualde) dirigió una ceremonia que abarrotó la iglesia y los aledaños de El Cerco: más de 800 personas siguieron a la comitiva, en la que también participaron los dantzaris de la Sociedad Muthiko Alaiak, que desde 1964 organiza el evento. Los representantes del pueblo (correspondientes al clero, nobleza y pueblo llano) exigieron al nuevo Rey, antes de su coronación, el juramento de fidelidad y salvaguarda de los fueros y libertades de los navarros. El Rey de la Faba se vistió después con las ropas reales para recibir sus atributos: la corona, la espada y el cetro. Momentos antes de su coronación, Elizalde explicó que sabía muy bien lo que tenía que hacer. "Me hace mucha ilusión poder ser Rey y todo el mundo me ha animado. Estoy un poco nervioso, pero he ensayado mucho, sé lo que tengo que hacer y estoy disfrutando", confesó.
Hace 47 años que se celebra y, aunque antiguamente era una fiesta "privada" en la Sociedad Muthiko Alaiak, sus miembros decidieron en el año 64 mostrarla a los distintos pueblos navarros, comenzando por el Castillo de Olite. El año pasado la ceremonia se llevó a cabo en Beriáin, donde tuvieron algunos problemas debido a la intensa nevada que afectó a la procesión, aunque finalmente los actos se desarrollaron con normalidad.
Por otro lado, para la de ayer se esperaban los mejores resultados. "Este año ha sido lo contrario. Ha hecho un tiempo estupendo y ha venido mucha gente, va a ser muy bonito", afirmó Javier Lusarreta Santesteban, miembro de la organización. La próxima celebración, según confesó Lusarreta, tendrá lugar en Amaiur. "Se cumplen 500 años de la invasión de Navarra por parte de las tropas de Fernando el Católico, y el Ayuntamiento del Valle de Baztán ha solicitado que se celebre en Amaiur, último pueblo que resistió a la invasión", explicó.
La comitiva salió desde la calle de la Cruz, pasó por la calle Mayor y la residencia de ancianos, el ambulatorio y la calle empedrada, hasta llegar al Cerco. Lusarreta explicó que están muy contentos con el desarrollo que han tenido la celebración de esta fiesta tradicional a lo largo de los años. "Cada vez hay mayor participación, la gente está muy contenta de celebrarlo y es una fiesta preciosa. El vestuario ha mejorado y se ha enriquecido muchísimo", afirmó.
Durante la mañana de ayer, la comparsa de Gigantes y Cabezudos de Artajona actuó por las calles junto a los dantzaris, y por la noche tuvieron una gran cena a la que no pudieron faltar. El menú, que suele mantenerse todos los años en las diferentes localidades en las que se celebra la coronación, estuvo compuesto por sopa de ajo, menudicos y cordero asado, con cuajada y queso de postre. Según afirmó Lusarreta, para la cena se esperaban unas 200 personas, y su preparación corrió a cargo de voluntarios del pueblo.
Elena Larrea Sola, vecina de Artajona, explicó que fue todo un acierto celebrar la coronación en su tierra natal. "Es una suerte que hayan elegido Artajona para celebrarlo, estamos muy orgullosos. La fiesta medieval es lo propio, nosotros tenemos un entorno de tradición medieval que hace de Artajona el escenario perfecto", afirmó. "Y en El Cerco, la fiesta ha sido muy especial", añadió.
(Texto: Virginia Urieta)

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(Diario de Noticias, 16 de enero de 2011)


ARTAJONA RINDE PLEITESÍA A SU REY DE LA FABA EN LA IGLESIA DE SAN SATURNINO
ALREDEDOR DE 600 PERSONAS ASISTIERON A LA CORONACIÓN DE IÑIGO ELIZALDE VENTAS – LA PEÑA PAMPLONESA MUTHIKO ALAIAK LLEVA ORGANIZANDO ESTE ACTO, DE CARÁCTER ITINERANTE, DESDE 1932.

Cientos de personas arroparon ayer al joven artajonés Iñigo Elizalde Ventas, de 11 años, en uno de los días más entrañables de su vida. Y es que el chaval fue coronado como Rey de la Faba en una ceremonia en la que no faltaron los desfiles, las luchas de espadas a cargo de la Orden de la Jarra y las actuaciones folklóricas por parte de los gigantes y gaiteros de Artajona, la fanfarre y el grupo de danzas de la peña pamplonesa Muthiko Alaiak, organizadora del evento desde el año 1932. Como no podía ser de otro modo, la ceremonia culminó con el alzamiento del nuevo rey sobre el escudo con las armas de Navarra al grito de ¡Real, real, real!
Pese a que los actos previos comenzaron al punto de la mañana con la apertura de un mercadillo medieval en la Plaza de los Fueros así como con animación callejera , hubo que esperar hasta las 18,30 horas para ver el ansiado desfile de la comitiva real.
En concreto, el desfile compuesto por 150 figurantes, recorrió las calles de la Cruz, Mayor, Juan Lascarro, Hospital, y Eugenio Mendioroz para finalizar entrando por el Portal de Remaghua al Cerco, donde se ubica la iglesia de San Saturnino, catalogada de monumento nacional desde 1931.
Según anunció nada más comenzar el acto el rey de armas, Fernando Hualde "hoy, como ayer, vamos a ver sentado en el trono a un hijo del pueblo llano. Entreguémosle nuestra pleitesía" y continuó pregonando que " en Navarra pasan algunas instituciones pero en cambio vamos recuperando tradiciones como ésta. Para muchos el acto de hoy será considerado como folklore, pero para nosotros es una forma de rendir homenaje a los navarros que murieron reivindicando la libertad de Navarra".
Cabe recordar que esta tradición, en la que se fusionan dos episodios importantes de la historia de Navarra, la coronación de un rey y la tradición del Rey de la Faba instituida en el siglo XIII por la dinastía de los reyes Teobaldos quienes a través de un haba escondida en un rosco elegían a un niño para coronarlo rey, se remonta a los años 20 y que fue el fundador de la peña Muthiko Alaiak, Ignacio Baleztena, quien impulsó su continuidad hasta que en 1964 la peña decidió sacarla de sus locales y darle un carácter público e itinerante.
En concreto, en la ceremonia estuvieron representados el Rey Carlos III, interpretado por Jesús Andueza; el Príncipe de Viana, por Mikel Vital; y doña Blanca de Navarra, por Estrella Iriarte, quienes hicieron su entrada a caballo hasta la puerta de la iglesia.
Asimismo, embellecieron el cortejo nobles, infanzones, canónigos, miembros del clero, bufones, trovadores, heraldos , guerreros y pajes, además del coro infantil de Artajona.
Ya dentro de la iglesia, a la que muchas personas no pudieron entrar debido a la gran cantidad de gente que se agolpaba en su interior, el Rey de la Faba , que fue elegido por sorteo el pasado 18 de diciembre entre un total de 12 niños, juró arrodillado ante los tres estamentos del antiguo reino ( la nobleza, los infanzones y el clero) la defensa de los fueros para después ser ungido con el óleo santo.
Una vez finalizada esta primera parte del acto, se completó la coronación vistiendo al nuevo rey con boato real y haciéndole entrega de una espada, una corona y un cetro para después alzarlo sobre el pavés mientras sonaba la canción Agur Jauna. A continuación, el joven rey fue honrado con un aurresku y lanzó a los asistentes varias monedas de chocolate.
Una vez finalizada la ceremonia, la comitiva realizó el recorrido en sentido inverso tras el cual los asistentes pudieron disfrutar de una exhibición de danzas preparadas para la ocasión. A las 22 horas se dio por terminada la jornada con la celebración de una cena medieval.
Los vecinos del pueblo, por su parte, se mostraron "encantados" con la experiencia ya que según explicaron " es una buena manera de no perder las tradiciones".
PRÓXIMA EDICIÓN Desde la peña Muthiko Alaiak han confirmado que la próxima edición de la fiesta del Rey de la Faba 2012 tendrá como marco la localidad de Amaiur. Asimismo han explicado que la elección de esta localidad se ha basado en que se trata de " un enclave especialmente simbólico para un año en el que se conmemorarán los 500 años de la entrada de las tropas castellanas, que dio paso a la pérdida de la independencia del Reino de Navarra".

(Texto: Ainara Izko)